La vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa.

Por mucho que sople el viento, una montaña nunca se arrodillará a su paso.

Nuestro destino vive en nosotros. Sólo debes ser lo suficientemente valiente para verlo.

No somos responsables de las emociones, pero si de lo que hacemos con las emociones.

Creo que la felicidad puede lograrse, siempre y cuando uno no caiga en la estúpida idea de creer que ser feliz es estar riéndose todo el día.

Jamás te persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. Tus tiempos son tuyos. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.

Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.

Tú eliges hacia dónde y tú decides hasta cuándo, porque tu camino es un asunto exclusivamente tuyo.