A veces.

    Siempre me gusta hablar de los elementos positivos. Creo que gracias a su valoración, podemos disfrutar cada momento de una forma más intensa. Sin embargo, no podemos tener siempre la balanza inclinada hacia la positividad.

    Existen esos días en los que, desde que abrimos los ojos por la mañana, tenemos esa sensación de que algo va a suceder, y no va a ser para bien. Poco a poco, vamos teniendo roces con esos sentimientos negativos, pero preferimos apartarlos. Hasta que llega esa gota. Esa aparentemente insignificante gota que desborda el platillo de la balanza. No sabes cómo has podido reaccionar de esa manera por tal estupidez, pero así ha sido. Simplemente, a veces pasa.

Resultado de imagen de ver caer gota en recipiente


    No tienes que darle más vueltas a lo que ocurrió para que se derramara esa gosa, fue solo eso, una gota. A veces, le damos más importancia a esa última gota que a toda la cantidad de agua que podemos tener en el platillo.

    No quiero que olvides esa gota, por algo se derramó, pero quiero que le des la importancia que se merece y le dejes marchar.