El centro de mi mundo.
Hoy me he llegado a varias conclusiones: "soy yo y el mundo", "nadie es imprescindible en mi vida" y "lo único necesario soy yo misma".
Podría decir que mi familia es imprescindible, pero llegará el día en que no estén y yo tendré que seguir adelante. Añadiría que mis amigos son imprescindibles, pero en la vida se cambia más de amigos que de ropa interior. Por último, mi futura pareja, con la que crearía una familia, podría intentar serlo, pero si me faltara yo tendría que continuar sola. Sola yo contra el mundo. Un mundo lleno de peligros y problemas que buscan solución. Por tanto, seré yo quien decida a las personas que deben estar a mi lado y las que no. He decidido que no dependo de nadie, pues la historia de mi vida la escribo yo, sola.
Hoy decido que no quiero personas que critican al de su lado y luego le invitan a comer, esas personas no merecen tener a nadie cerca. Además, decidiré quién será capaz de hacerme daño y quien me pasará de largo, pues hay lo que ellos opinen a mí no me importa. Hoy he decidido que esas personas que no me aportan nada en ningún nivel de mi vida, ni emocional ni cultural, no merecen ni una pizca de mi energía.
He llegado al momento en el que solo me importo yo. Quien quiera algo de mí, seguro que lo obtiene si no me cuesta trabajo ni tiempo, pero si es costoso... Pienso que las cosas hay que ganárselas, que para tener la posibilidad de recibir hay que dar. Quien busque mi ayuda deberá haber mantenido una actitud de respeto y educación conmigo, ya basta de ser la tonta que presta cosas y luego nunca recibe nada.
Hoy me he levantado algo egocéntrica, sí, lo reconozco, pero he de decir que cada persona vive en el mundo en el que el centro es ella misma. ¿Soy yo peor por darme cuenta que quiero ser el centro de mi mundo? No quiero que nadie pueda sacarme de mi centro y estoy dispuesta a luchar por lo que quiero ser. No quiero que los demás me deformen, quiero construir una persona que esté contenta consigo misma.
Porque al final, voy a vivir yo conmigo.