Ley de Oro de la Vida
No nos damos cuenta de las cosas que tenemos hasta que no están. Nunca una frase fue más real que esta. A veces me paro a pensar en todas las pérdidas en mi vida y es una lista enorme. Me dan ganas de acurrucarme en mi cama y dejar que pase un tiempo, como si eso fuera a solucionar algo. Después, me doy cuenta de que, tras cada pérdida, hubo una nueva adquisición.
Hace tiempo que sigo de cerca todos los libros de Albert Espinosa y, quizá por edad o falta de experiencia vital, no comprendía muchas de sus frases, entre las que destaco y siento como una Ley de Oro de la vida: "Cualquier pérdida es una ganancia". Poco a poco voy entendiendo más a este superhéroe que describe las claves de la vida.
Me considero de las personas que lloran para sentir alivio, para limpiar el alma. Soy de aquellas que gritan en el bosque para desatar su rabia, de las que se arriesgan por lo que quieren aunque el objetivo sea difícil. Cada piedra en el camino nos acerca más a la meta porque, si encuentro una piedra, quiere decir que estoy caminando.