Madurez

Parece que algo cambia en tu vida, nota cómo tus conversaciones ya no tratan de ropa, hombres, complementos o unicornios. Notas cómo tus preocupaciones empiezan a ser otras, ya no temes a laos castigos de tus padres o los enfados con tus amigos. Ahora, todo eso ha cambiado. Tus antiguos miedos ya no pueden volver, pero otros aparecenpara hacerte la vida más difícil o, como yo diría, más divertida. Tu mayor preocupación es tu vida, tus objetivos y tus métodos para conseguirlos. Puede sonar muy egoísta, pero es la verdad. Nadie va a estar día a día encima de ti, obligándote a estudiar, a ir a trabajar o a salir a tomar unas cervezas. Eres tú quien tiene que decidirlo.

Bien, ahora que eres tú la dueña de tu vida, eres tú quien decide. ¿Cómo quieres continuar? Tienes dos opciones:

- Sigue al rebaño: continúa hablando de lo bien que le quedan esos pantalones a Mario Casas día sí, día también. Sigue mirando todos los días el twitter para ver si alguien ha publicado alguna novedad como: "Uff... qué día más duro". Invierte tu valioso tiempo en hablar de la Fulanita, que es una exhibicionista con esos pantalones o de la Menganita que va siempre con la camisa de cuello alto. Sigue hablando de todos los que te rodean como si todo lo que hicieran estuviera mal y lo tuyo perfecto.

- Sé tú misma, en cada momento: da tu opinión sobre los temas que te parecen importantes y si no estás de acuerdo, argumenta de una manera lógica y coherente tus motivos para no estarlo. Si un tema de conversación como puede serlo "el fútbol" o "follar" no te parecen interesantes, ese es el momento de buscar a alguien que esté en tu mismo nivel y hacer una conversación paralela, muchas veces son las mejores. Camina por la calle y saluda a quien quieras, pero no critiques a nadie, pues mañana puedes ser tú la que esté en boca de otros y no te gustaría. Viste lo que quieras y deja a los demás que hagan lo mismo, por algo se habla de libertad de expresión.

Yo tengo muy claro a qué grupo de personas me quiero parecer, y tú, ¿qué eliges?