Me enamoran las mentes
Esa pequeña peculiaridad que cada uno tenemos distinta del compañero de al lado. Ella es la encargada de hacernos únicos e indispensables.
Me encantan las personas. Solo por el hecho de conocer un nuevo ente que transmita y provoque diferentes e inigualables emociones que ningún otro podría conseguir, me fascina conocer nuevas personas.
Porque realmente eso es lo que nos diferencia. Lo que transmitimos hacia los demás y lo que permitimos que ellos nos provoquen. Esta reacción con cráneos vacíos o sin sustancia gris, no podría darse. Por tanto, me declaro enamorada de las grandes mentes.
Cuando hablo de "grandes", no me refiero a llenas de conocimiento teórico cual biblioteca nacional. Además, si utilizo la palabra "mente" no la pretendo determinar como un proceso psíquico consciente o inconsciente de carácter cognitivo, sino como una potencia intelectual del alma. Puesto que gracias a ella nos recordarán o no el día de mañana. No serán ni los tatuajes, los vestidos, las zapatillas o nuestro peinado, sino los recuerdos que quedarán grabados en la piel. Los provocados por grandes mentes.