Se necesitan más caricias.
Los posibles momentos en los que podemos tener un contacto físico con alguien son más de los que pensamos. A veces, simplemente apoando la mano sobre el hombro de un amigo podemos hacer mucho más que horas y horas de Whatsapp. Y es que el cara a cara es necesario.
Nos limitamos a contar nuestros problemas por teléfono o redes sociales como si eso nos los fuera a solucionar. De esta forma, evitamos un posible conflicto de ideas que puede llevar a un debate. Si el mensaje solo se envía y no recibes opinión, deacuerdo o no a la tuya, siempre saldrás ganando y te sentirás bien contigo mismo.
Cada día es más costoso encontrar amigos que tengan abrazos de más de 2 segundos, de esos que recargan las pilas. Ya no hablamos de tocar la mano, la mejilla o el pelo... Todo queda cerrado en el ámbito de la pareja. ¿Por qué debemos delimitar todos esos sentimientos de cariño en una persona? Está claro que la pareja debe estar en los buenos y malos momentos, que tiene una cercanía mucho más próxima que cualquier otra persona, pero no por ello debemos dejarle todo ese trabajo.
Hemos perdido el arte de acariciar por evitar situaciones que se pueden "sacar de contexto" en la sociedad en la que vivimos.