Take breath and hold in.
A veces, nos encontramos en esas etapas que nos hunden y nos hacen dudar de nosotros mismos. Esos momentos en los que crees que nada puede ir peor y una mínima gota de lluvia te hace quedarte toda la tarde en la cama pensando en qué es lo que hiciste para sentirte de esa manera.
Entonces, empiezas a pensar. Tu cabeza empieza a dar millones de vueltas, revisa todas tus acciones pasadas buscando el momento en el que todo empezó a desplomarse a pasos agigantados. Nunca llegas a saber cuál fue el factor desencadenante. Igual es por tu capacidad de soportar tantas cosas que no te agradan que, al final, una última gota llena la piscina y te ahoga. En estos momentos no sabes qué hacer y varias opciones pueden ser tu solución:
- Meterte en la cama esperando a que todos tus males se volatiricen y todo vuelva a ser como antes. Puedes dormir, mirar el móvil, el ordenador... Tienes miles de cosas que hacer desde la cama, pero algún día tendrás que levantarte a comer y saldrás de la cueva.
- Sentarte en la silla y buscar en los libros, si existe, una solución para la ecuación con varias incógnitas que nos pone día a día la vida. La teoría está muy bien, realmente hay muchas personas que han pensado sobre los problemas de la vida, lo que está bien y mal, pero nadie ha estado exactamente en la misma situación que tú como para decirte realmente qué es lo correcto.
- Levántate, lávate la cara, mírate al espejo. ¿Qué ves? ¿Es lo que quieres ser? ¿Qué cambiarías de esa persona que tienes frente a ti? Para responder a estas preguntas, tendrás que trabajar muy duro, pero no podrás esperar a que esos cambios lleguen solos. Lucha por lo que quieres ser, porque nadie lo hará por ti. Eres tú y tus circunstancias, nadie podrá ayudarte si no eres tú quien quiere dar el primer paso.
En tus manos está la respuesta.